Hace ya muchas noches que continúo dando vueltas sobre lo mismo y sigo sin entender como pudo desaparecer ese amor que ella sentía por mi. Toda esa pasión que tuvimos en esos días no puede desvanecerse por entre las sombras, asi como si nada. Por fin había podido sentir el amor recorrer todo mi ser. ¡Se sentía tan bien!
Esto no puede terminar, NO TIENE QUE TERMINAR. Tiene que haber una manera, tiene que existir alguna forma. Los Dioses podrían enojarse si nuestro camino se desviara Tiene que volver a ser como era. Ella y yo. Juntos. Sus ojos mirandome a traves de mis lentes, tratando de ver mi alma. Su nariz y la mia respirando el mismo oxigeno para asi alimentar nuestro fuego. Y sus labios... ¡Sus labios! ¿Como olvidar esos labios? ¿Cómo hacer para olvidarlos? ¡Si fueron hechos unicamente para besar a los mios! Pero ahora... Ahora, solo sus cigarrillos tienen el placer de fundirse con ellos... ¿Se habrá asustado? ¿Habrá tenido miedo de amarme tanto como yo la amo?
Ayer nuevamente me dejó seguirla hasta su trabajo, me dejó mirarla a través de la ventana mientras ella hacía sus tareas muy tranquilamente. Aunque ella no me viera, por un instante, fue como estar juntos de nuevo. Si, lo fue. Finalmente el día terminó. Nuevamente la plaza fue alegrada con su radiante presencia. Otro cigarrillo tuvo la suerte de quemarse en esa boca para finalmente extinguirse y ser arrojado de la manera mas delicada al suelo. El mismo suelo que tuvo la dicha de tener tan cerca a sus suaves pies. No pude evitar tomarlo luego y añadirlo a mi colección. Al fin y al cabo, no somos tan diferentes. Ambos tuvimos la suerte de arder junto a esos labios y en algún momento fuimos separados. Sin embargo, sé que ella nunca podría amar a otro ser tanto como me amó a mi. Pero se que son sus cigarrillos quienes calman su ansiedad de volver conmigo.
Estuve leyendo las cartas que con tanto amor me dio. Estuve mirando sus fotos. Estuve soñando con ella. El bosque se veía apacible con nuestros cuerpos juntos y sin vida. El fuego ardía mientras nuestras almas unidas subian al cielo. Nuestras almas ya no eran dos almas. Ya nada podía separarnos. Ahora lo sé. Así es como nadie nos va a poder separar.
Esto no puede terminar, NO TIENE QUE TERMINAR. Tiene que haber una manera, tiene que existir alguna forma. Los Dioses podrían enojarse si nuestro camino se desviara Tiene que volver a ser como era. Ella y yo. Juntos. Sus ojos mirandome a traves de mis lentes, tratando de ver mi alma. Su nariz y la mia respirando el mismo oxigeno para asi alimentar nuestro fuego. Y sus labios... ¡Sus labios! ¿Como olvidar esos labios? ¿Cómo hacer para olvidarlos? ¡Si fueron hechos unicamente para besar a los mios! Pero ahora... Ahora, solo sus cigarrillos tienen el placer de fundirse con ellos... ¿Se habrá asustado? ¿Habrá tenido miedo de amarme tanto como yo la amo?
Ayer nuevamente me dejó seguirla hasta su trabajo, me dejó mirarla a través de la ventana mientras ella hacía sus tareas muy tranquilamente. Aunque ella no me viera, por un instante, fue como estar juntos de nuevo. Si, lo fue. Finalmente el día terminó. Nuevamente la plaza fue alegrada con su radiante presencia. Otro cigarrillo tuvo la suerte de quemarse en esa boca para finalmente extinguirse y ser arrojado de la manera mas delicada al suelo. El mismo suelo que tuvo la dicha de tener tan cerca a sus suaves pies. No pude evitar tomarlo luego y añadirlo a mi colección. Al fin y al cabo, no somos tan diferentes. Ambos tuvimos la suerte de arder junto a esos labios y en algún momento fuimos separados. Sin embargo, sé que ella nunca podría amar a otro ser tanto como me amó a mi. Pero se que son sus cigarrillos quienes calman su ansiedad de volver conmigo.
Estuve leyendo las cartas que con tanto amor me dio. Estuve mirando sus fotos. Estuve soñando con ella. El bosque se veía apacible con nuestros cuerpos juntos y sin vida. El fuego ardía mientras nuestras almas unidas subian al cielo. Nuestras almas ya no eran dos almas. Ya nada podía separarnos. Ahora lo sé. Así es como nadie nos va a poder separar.
