Aca estoy nuevamente para brindarles esa fuerza que necesitan para atravesar la semana. Que no decaiga su espíritu emprendedor señores! (y si hay alguna señorita leyendo tb ~_^!)
Se está acercando una fecha bastante importante, el cumple de mi harrmosso blog. Aunque estuvo muchos meses en estado de hibernación, mantiene el espíritu de sus primeros días de vida. Tuvo su tiempo de flojera y debilidad en la que luego de mostrar su poderío y su propia impunidad, salía corriendo a pedir perdón y a desdecir lo que dijo la mejor manera posible. Finalmente se dio cuenta que a veces no sirve pedir perdón, y que debería hacerse una comprensión mas abstracta y mútua de los hechos.
Cambiando de tema, hacía mucho que no soñaba y anoche tuve una hermosa pesadilla =S, aunque capaz fue tan solo una visión de la realidad. No tiene mucho sentido que la cuente (empezando porque el sueño en sí, carecía sentido) pero lo que si rescato de esta mezcla de ideas que dieron origen al sueño, es que si alguien te decepciona una y otra vez, tarde o temprano lo va a volver a hacer.
Algo original...
Dicen que me dijeron que una noche, una de esas calmas en las que se oyen susurros de seres desesperados por fundir su alma y corazón con una estrella que les corresponda en su totalidad, se fue de viaje un místico duende llamado Cernud en busca del brillo perdido en sus ojos. Corrió a traves de mares de lágrimas, navegó por cielos de algodones de azucar, y voló por toda la tierra media. Entró al averno enfrentando colores y brisas que lastimaban su piel y oídos. Visitó el cielo y a todos sus Dioses sin encontrar señal alguna de su tesoro perdido. Decepcionado de tan árdua tarea sin logarar su objetivo, finalmente decidió descansar sobre los verdes campos de la amplia ciudad de Bazhora. Apoyó suavemente su alforja en el árbol que se posaba en lo mas alto de una colina y, usandola de almohada, cerró sus ojos. Una minúscula, suave y dulce lagrima recorrió lentamente sus secas y tristes mejillas, y finalmente cayó a su lado. De ese grito de desolación, surgió una diminuta planta, la cual dio lugar a una pequeña flor que al abrirse dió nacimiento a un hada de ensueños. Al ver lo sucedido el duende olvidó por completo su búsqueda y dedicó el resto su vida a este ser que apareció en el momento en que creia que todo estaba perdido. A pesar que Cernud envejecía su mirada se veía cada día mas joven y día a día, junto a su hada. recuperaba poco a poco el brillo original que había perdido. Por lo menos, es lo que dicen que dijeron que sucedió.
PD: "Si fumamos del tapete es porque se acabó el tabaco"
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