20.1.05

Fui al kasino

Sisi, kon el sólo afán de divertirme arranké un día para el kasino. Llevé todo mi kapital, no kon la idea de utilizarlo, sino xk siempre ando kon todo mi ser encima. Miré el gran premio komo de reojo y me dije "definitivamente no es lo k kiero para mi". X lo k fui kambié unas monedas y me dirigí a lo k parecía mas divertido, la makinita traga-monedas. Kería diversión barata kon posibilidad de solo obtener algunas chirolas. Empecé a meter ficha a lo loko. Extrañamente algo saké. Infimas moneditas pero k me alegraron la noche. Tiempo después vi una de esas mákinas para sakar peluches. Kien iba a pensar k esa noche iba a sakar algo!!! Un hermoso dinosaurio violeta (bah, en realidad era medio kursi, pero me sakó de encima esa sensación de soledad). Mi mente distraída dejó el peluche x algún lado, pero no me importó xk lo había ganado kon lo k había sakado de la mákina traga-monedas. Así k no había perdida alguna. Me kedé rondando x ahi solo para ver. Se hizó de día y decidí volver a probar suerte. Gané unos buenos pesos sentado en una de las plazas del Black Jack pero después los perdí x no arriesgarme. Uds. dirán: "pero si no los arriesgaste komo sos tan ESTÚPIDO de perderlos?". Bueh, digamos k sha me había agarrado un poko de sueño y me kedé dormido kon mi premio en la mano y, estando en la Argentina, siempre hay alguien mas despierto k uno. X suerte todavía me kedaba todo mi kapital. No habia desembolsado mas k centavos y había konseguido divertirme. Pero komo no kería perder nada tan solo me kedé dando vueltas x ahí. Si, de nuevo dando vueltas sin apostar, pero a diferencia de la vez anterior dedike tiempo a kontemplar el premio mayor. Ese k desde un principio no había valorado. Ese k se veía opako y triste en un primer momento. En este tiempo había empezado a tomar kolor y, sinceramente, me empezaba a gustar. Abrí mi billetera y miré todo mi kapital. Sabía k me iba a doler, sabía k podía perder todo, pero me dije a mi mismo "Sé k vale la pena". Me acerké a la ruleta y digamos k aposte la mitad. La sensación k korrió x mis venas ese tiempo es inexplikable. sin embargo, perdí lo apostado. Se lo llevo otro delante de mi naríz. Tenía kara d ser el mismo k me había robado las monedas pero, si vamos a ser sinceros, para mi todo el mundo tiene esa kara. Miré lo k me kedaba y dejé pasar unas vueltas. Dudé mucho y ya era de noche de nuevo y sentí de nuevo k era lo k kería y k tenía k arriesgarme de nuevo. Sake kasi todo de mi billetera y lo aposte. Pareció k no me iba a dar la suerte y k iba a salir otro número de nuevo. Golpee la mesa kon todas mis fuerzas de la bronka nomás... y si!! Kayó en mi número. La alegría de esos instantes fue inmensa. Kon todo lo k había apostado la banka se iba a kedar sin nada. Había logrado algo k no kreí en mi puta vida! Había hecho saltar la banka!! el gran premio era kasi mio. Detras de unas kortinas, komo agazapado, apareció el gerente. Sho estaba seguro k venía hacia me para felicitarme. Pero no, me dijo k al golpear la mesa había hecho kambiar el destino de la bolilla x lo k, obviamente, no gané nada. Pero es un kasino y lo k había apostado no me lo iban a devolver. Otra vez veo ganar al mismo pancho. Kon la billetera kon solo unos pesos decidí retirarme. Tan cerka y tan lejos.
Post para algún pashaso... (para Ro??? mepa k no)

No hay comentarios.: